El ABC de los préstamos

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¿Qué es un préstamo?

Un préstamo consiste en que una entidad financiera ponga a tu disposición una cantidad de dinero en efectivo por un plazo establecido previamente acordado que figura en un contrato. Para que el banco te otorgue un préstamo, tienes que pasar por una previa evaluación crediticia, en la cual la entidad financiera analiza tus ingresos, tu historial crediticio, tu capacidad de pago, etc. En este caso, asumes la obligación de devolver ese dinero en cuotas mensuales por el plazo pactado, y pagar comisiones e intereses acordados previamente.

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¿Cuándo solicitar un préstamo?

Es mejor solicitar un préstamo para planes que requieren un monto alto de inversión, como pagar tus estudios, comprar un auto, comprar una casa o invertir en un negocio. Un préstamo te conviene, porque lo puedes pagar en varias cuotas, y la tasa de interés es menor comparada con la tarjeta de crédito.

Conceptos claves que debes conocer:

Capital: es el dinero que la entidad bancaria te presta en efectivo y deberás devolver más intereses.
TCEA (tasa de Costo Efectiva Anual): es el costo total que deberás pagar por acceder a un crédito; incluye la tasa de interés anual más las comisiones, como el envío de estado de cuenta y el seguro de desgravamen. Esta es la tasa que debes comparar con otros bancos para elegir el crédito que más te convenga.
Plazo: es el periodo de tiempo que definiste en el contrato para devolver el capital más los intereses y comisiones.
Cuota: es el monto que deberás pagar cada mes durante el plazo acordado en tu contrato. La cuota está compuesta por el capital dividido en el plazo o número de meses a pagar más los intereses y comisiones que correspondan a dicho periodo.
Fecha de pago: es la fecha límite que tienes para pagar la cuota y estar al día.

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Si tienes dinero extra te recomendamos prepagar tus deudas:

Si recibes algunos ingresos adicionales, ya sea por gratificaciones, incremento de ventas o cualquier otro motivo, la recomendación es destinar ese dinero para el prepago de tus deudas. Recuerda que, cuando prepagas, tienes dos alternativas: reducir el monto de tu cuota o reducir el plazo en el que terminarás de pagar tu deuda. En ambas opciones, pagarás menos intereses a futuro.

Si el pago de tu cuota te genera problemas a fin de mes y necesitas que la cuota sea más baja para tener liquidez y poder cubrir otros gastos, entonces es mejor elegir la opción de prepago con reducción de cuota.
Sin embargo, si puedes pagar tu cuota sin ningún inconveniente, pero quisieras terminar de pagar la deuda total antes del tiempo pactado en tu contrato, te recomiendo elegir la opción de prepago con reducción de plazo.